Cantabria
Declarado Conjunto Histórico-Artístico, pasear por sus calles empedradas te transporta al pasado. No te pierdas la iglesia de San Pedro Ad Víncula, el Puente Mayor y el entorno del río Miera.
Este pueblo de montaña en el corazón del Parque Natural Saja-Besaya es uno de los más antiguos y pintorescos de Cantabria. Con sus casas tradicionales de piedra y madera, Bárcena Mayor es perfecto para quienes buscan tranquilidad y naturaleza.
Puerta de entrada a los Picos de Europa, este vibrante pueblo es un punto imprescindible. Disfruta de las vistas desde el puente de San Cayetano o sube a la Torre del Infantado, un emblema local. Los alrededores ofrecen paisajes espectaculares, perfectos para los amantes del senderismo y la naturaleza.
Carmona es conocido por su arquitectura típica y su ambiente tranquilo. Entre sus puntos destacados están el mirador de la Asomada del Rivero y el Palacio de los Díaz Cossio y Mier. Es ideal para relajarse en un entorno natural privilegiado.
Este diminuto pueblo te enamorará con sus casonas de estilo lebaniego y su famosa torre medieval. Situado cerca de los Picos de Europa, Mogrovejo es perfecto para desconectar y sumergirte en la historia y tranquilidad de la zona.
Famoso por su arquitectura modernista, Comillas combina cultura y belleza costera. El Capricho de Gaudí y el Palacio de Sobrellano son dos joyas imprescindibles para los amantes del arte.
La capital cántabra es una ciudad vibrante con una costa espectacular. Relájate en la Playa de Mataleñas, pasea por El Sardinero mientras disfrutas de un helado y prueba la deliciosa tortilla de La Casa del Indiano o Cañadío. Santander combina el encanto urbano con el acceso a la naturaleza.
Uno de los pueblos más bonitos de España. Sus calles empedradas están rodeadas de casas nobles y edificios históricos, como la Colegiata de Santa Juliana.
Consideradas la "Capilla Sixtina del Arte Rupestre", las cuevas albergan impresionantes pinturas de hace más de 35,000 años. La Neocueva y el museo ofrecen una experiencia fascinante, combinando arqueología e historia en un entorno único.
País Vasco
Hondarribia, joya costera del País Vasco, despliega su carisma entre las aguas del golfo de Vizcaya y las sombras de su historia. Esta villa fronteriza, que en el siglo XIX sedujo a la burguesía vasca con su elegancia, conserva intacto el alma de puerto pesquero. Al llegar, los adoquines del casco histórico parecen murmurar relatos de siglos pasados. El recorrido comienza en la Plaza de Armas, centro neurálgico de la Parte Vieja, rodeada de casonas de piedra, palacetes renacentistas y balcones rebosantes de flores.
A pocos pasos, el imponente Castillo de Carlos V, hoy Parador, corona la colina. Desde lo alto, la vista se abre hacia el Barrio de la Marina, con sus casitas de colores vivos, testigos del ajetreo marinero. El paseo marítimo invita a un recorrido tranquilo junto a la muralla que abraza la villa, mientras el aire salobre del Cantábrico acaricia el rostro.
Dónde comer
Hermandad de Pescadores: Este clásico local destaca por su sopa de pescado y platos de pescado a la brasa. Una experiencia auténtica en pleno centro.Arroka Berri: Cerca de la playa, este restaurante fusiona tradición y modernidad. Sus kokotxas de merluza y pulpo son imperdibles.
El Curry Verde: Una opción desenfadada para los amantes de la cocina vegetariana y vegana, con opciones internacionales caseras.
En San Sebastián, cada rincón es un homenaje al mar y la montaña. La ciudad se abre con su icónica Playa de la Concha, bordeada por un paseo que conduce al Palacio de Miramar, vestigio de la época en que la realeza paseaba por estas tierras. Al final, el Peine del Viento de Chillida aguarda como un poema de hierro anclado en las rocas.
El Monte Igueldo ofrece vistas panorámicas de la bahía; su "Montaña Suiza", un parque de atracciones vintage, promete momentos entrañables. De regreso al casco urbano, la Parte Vieja vibra con la vida de sus tabernas y mercados. La Plaza de la Constitución y el Mercado de San Martín son paradas obligadas, y el paseo junto al río Urumea revela joyas arquitectónicas como el Kursaal, el puente de la Zurriola y el imponente Teatro Victoria Eugenia.
Dónde comer
Bar Sport: Famoso por su variedad de pintxos clásicos.La Viña: No puedes irte sin probar su legendaria tarta de queso.
La Cuchara de San Telmo: Ideal para platos de autor como foie o carrillera.
En el corazón de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, Mundaka emerge como un remanso de naturaleza y tradición. La villa, con su puerto marinero y sus calles serpenteantes, guarda tesoros como la iglesia de Santa María y el Palacio de Larrinaga. Desde los miradores de Atalaya y Portuondo, el paisaje se transforma con las mareas, revelando las marismas y el islote de Ízaro, santuario de gaviotas y cormoranes.
Dónde comer
Asador Portuondo: Famoso por sus pescados frescos y vistas espectaculares a la ría.Bar Goikoa: Pintxos y platos tradicionales a precios muy asequibles, perfectos tras un paseo.
Bilbao late con una energía que mezcla tradición e innovación. El recorrido comienza en el Mercado de la Ribera, un espacio vibrante ideal para desayunar. Siguiendo el río, los puentes como el de La Salve conectan con el vanguardista Guggenheim, donde el arte contemporáneo encuentra su templo.
El Parque de Doña Casilda y el Centro Azkuna, con su arquitectura singular, ofrecen refugios tranquilos antes de adentrarse en la Parte Vieja, donde las tabernas y mercados mantienen vivo el espíritu bilbaíno.
Dónde comer
El Globo: Pintxos premiados y creativos.
Café Bar Bilbao: Una opción económica y auténtica en la Plaza Nueva.
Gure Toki: Fusión de tradición y modernidad en cada pintxo.
San Juan de Gaztelugatxe, con su emblemática ermita sobre un islote rocoso, es uno de los paisajes más fascinantes del País Vasco. El acceso, tras subir 241 escalones, regala vistas impresionantes del Cantábrico, mientras el sonido de las olas y el viento crean una atmósfera mágica. La tradición invita a tocar la campana de la ermita tres veces para atraer buena suerte.
Dónde comer
Eneperi Jatetxea: Situado cerca del inicio del camino a Gaztelugatxe, este restaurante es conocido por sus platos de pescado fresco y cocina vasca tradicional con vistas al mar.
Rodeado por un frondoso bosque, parece sacado de un cuento de hadas. Aunque su interior no es visitable, su imponente arquitectura neogótica y sus jardines hacen que valga la pena detenerse. Un lugar ideal para amantes de la fotografía o quienes buscan un rincón romántico y misterioso.
Asturias
Picos de Europa
Un auténtico paraíso natural que no puedes perderte. Desde los emblemáticos Lagos de Covadonga y el Santuario hasta la espectacular Ruta del Cares, pasando por los pintorescos pueblos de Bulnes y Sotres, y las impresionantes vistas del Naranjo de Bulnes, este parque nacional es una joya para los amantes de la naturaleza.
Oviedo
La capital asturiana combina historia y encanto. Pasea por su casco histórico, visita la Catedral de San Salvador y adéntrate en la riqueza del arte prerrománico en Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo y San Julián de los Prados.
Gijón
Con su vibrante Barrio de Cimadevilla, las playas de San Lorenzo y Poniente, y el icónico Elogio del Horizonte, Gijón es una ciudad costera que mezcla tradición y modernidad. Si tienes tiempo, no dejes de visitar la Laboral Ciudad de la Cultura, un espacio único en las afueras.
Llanes
Este encantador pueblo marinero es un excelente punto de partida para explorar playas como Cuevas del Mar, Torimbia y Borizu. Su casco histórico, el Paseo de San Pedro y su ambiente pesquero te harán querer quedarte más tiempo.
Cudillero
Famoso por sus casas de colores en forma de anfiteatro natural frente al mar, este pintoresco pueblo ofrece vistas espectaculares desde sus miradores y una atmósfera mágica para disfrutar en cada rincón.
Ribadesella
Conocida por el Descenso del Sella, Ribadesella también sorprende con su casco histórico lleno de encanto y sus playas. Es ideal para quienes buscan aventura y relax.
Playa del Silencio
Un rincón paradisíaco donde la tranquilidad se mezcla con la belleza de sus vistas. Accesible a pie desde Castañeras, esta playa es perfecta para desconectar y admirar la naturaleza en su estado más puro.
Disfruta del viaje
El norte de España tiene muchísimo más por descubrir, desde la mágica Galicia, con su gastronomía de ensueño y pueblos llenos de encanto, hasta rincones impresionantes en el interior. Sabemos que no podemos abarcarlo todo en esta web, pero esperamos que esta selección inspire una aventura inolvidable. Si necesitas ayuda para planificar ese viaje, estaremos encantados de echarte una mano.